3.31.2014

La Máquina de Goldberg

Ese nombre me persiguió varios minutos     ...G o l d b e r g...    de dónde habrá salido... ¿Cómo haríamos algo que parecía tan fácil y complejo a la vez? Empece a ver a mi alrededor, todos teníamos al misma mirada, preocupados pero emocionados. ¿ Será que lo íbamos a lograr? Siempre tantas dudas en esta carrera, y esto era tan solo el primer proyecto, de solo una semana de preparación. 

Esta cosa llena de relaciones lineales y no tan lineales, hecha de dios sabe que, en el poco tiempo que teníamos, tenia que empezarse a construir  y a , ya mismo. Sin saber muy bien por dónde empezar, miramos todos, y luego cada uno miró, todos los materiales que habíamos traído. Bolas. Platillos. Lapiceros. Canicas. Hilos de colores
                                        
                                                                       
                                 y tantas cosas más.

Como irían a conectarse entre si, quedaba siendo la gran  d u d a. Sin embargo, mientras yo serruchaba sin motivo claro, pegaba sin idea del porqué, empecé a notar como a mi alrededor las ideas se iban fusionando, y como entre todos íbamos logrando un entrelazado de ideas, ya sea de relaciones entre materiales, o de efectos a producir o de ideas de cómo y porqué. Se tejió una telaraña tan vasta que todo el piso estaba lleno de personas cortando, acomodando, midiendo, pintando, colgando y ayudándose entre si. De pronto, cosas colgaban, golpeaban mascaras voladoras y botaban bolas, se pinchaban los globos, se activaban los carritos de control remoto, y todo empezaba a tener sentido. 

Íbamos y veníamos.

Funcionaba y luego dejaba de hacerlo aunque no le hubiéramos cambiado absolutamente nada. Era tedioso. Por momentos. Cuando funcionaba todos pensábamos que ya, lo habíamos logrado, pero luego dejaba de servir. 
Era algo F A B U L O S O ver como las mentes se conectaban y trabajaban con un mismo fin, a pesar de las distintas personalidades, gustos, ideas desarrolladoras y demás. Se veían miradas, sonrisas, cejas fruncidas, luego suspiros, gritos, brazos volando de una lado a otro. 

Y bueno, el resultado final no tuvo importancia en mi caso, ya que independientemente de si funcionara o no, había funcionado, todos lo habíamos visto, en todos los niveles, de forma desarticulada. Pero mucho aprendimos.